En su texto, Arturo toma como punto de partida la reciente ronda de levantamiento de capital de Toku, que alcanzó USD 48 millones y valorizó a la compañía en USD 175 millones. En apenas cinco años, una startup que partió con un PowerPoint y cuatro clientes logró superar los 170 mil millones de pesos chilenos en valorización, un fenómeno sin precedentes en la economía tradicional.
El socio de Innspiral compara estas cifras con la capitalización bursátil de empresas tradicionales que cotizan en la Bolsa de Santiago, y destaca que startups como Cornershop, NotCo, Betterfly y BUK ya superan en valorización a compañías históricas de sectores como banca, retail y telecomunicaciones.
Para Arturo, el mensaje es claro: crear empresas escalables, que vendan fuera de Chile, generen empleos complejos y bien remunerados, y aporten productividad al país, es una de las vías más concretas hacia el desarrollo. Sin embargo, enfatiza que aún falta talento y capital para potenciar proyectos de alto impacto con altos niveles de incertidumbre.
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