EL DESAFÍO
Desde 2017, Echeverría Izquierdo había decidido redirigir sus esfuerzos en innovación al identificar la falta de digitalización en el sector de la construcción. Sin embargo, tras los desafíos del estallido social en 2019 y la pandemia en 2020, se hizo evidente la necesidad de contar con un método oficial y una gobernanza que sistematice el proceso de innovación para las 8 unidades de negocio de la compañía. El principal reto era coordinar un grupo de empresas muy diversas, distribuidas en distintos mercados y con sus propias formas de trabajo, bajo una estrategia y un modelo de innovación coherente y transversal.